Primer año de la era Ronaldo
El tiempo vuela. Un año se cumple hoy del “Bienvenido Mister Marshall” que se organizó en Valladolid para la puesta de largo del astro brasileño como nuevo propietario del club. Un año de la pataleta de Jesús Julio Carnero por no haber podido estar en la foto con Ronaldo, un año del paseíllo desde el Ayuntamiento al Restaurante de turno a mayor gloria de los políticos. Pasó el revuelo y todo está asentado doce meses después. Ya se naturaliza en Valladolid la presencia de O Fenómeno como algo normal y habitual. Ya no son todo parabienes y peloteo. Ahora ya cada parte defiende lo suyo y tratan de encontrar una solución viable para la compra del estadio o simplemente por ver quién y cuánto debe pagar por la obra del foso o por la remodelación. Superada la expectación inicial y el enorme valor de la foto con Ronaldo, un año después todo se ha enfriado, como por otro lado, era de esperar.
Ronaldo ha demostrado su condición de empresario. No es un Jeque, ni un magnate ruso ni un iluminado. Es un hombre del fútbol que ha invertido parte de su dinero en un club modesto al que quiere hacer crecer paso a paso sin perder el sentido de la realidad. Apostando por el sentido común, por lo que funciona, por dar continuidad al excelente proyecto deportivo del club. Ronaldo no ha invertido millones a paladas, ni ha llenado el club de brasileños, ni ha traído a Nike como sponsor principal. Va dando sus pasos con cautela pero con la sana intención de hacer un Valladolid más grande. Lo dicho, sentido común. La paletada del Bienvenido Mister Marshall no fue culpa suya. Alguien calculó muy mal quien llegaba.