Vinicius, material sensible

Hace un año Lopetegui dijo aquello de que Vinicius necesitaba tiempo de cocción para quitarse de encima las preguntas sobre los pocos minutos que le daba al chaval brasileño. Luego, el que se coció fue él, entre otras razones por no poner más al niño, y la llegada de Solari le dio a Vini un protagonismo al que respondió con buena nota. No es que hiciera un “temporadón”, pero hasta su lesión ante el Ajax era de lo mejor del equipo, estaba creciendo como futbolista y tenía al público del Bernabéu contento.

En los chicos jóvenes la confianza del entrenador es fundamental para que estos saquen en el campo lo que llevan dentro. Tienen que sentirse respaldados, seguros de que, si se equivocan, no les va a costar una dura reprimenda o un descenso a galeras. El caso es que el brasileño parecía encauzado en el equipo y ahora, con la llegada de Hazard y la no salida de Bale y James, ha perdido espacio y protagonismo. Vincius se lo tiene que volver a ganar, es evidente, pero saliendo a jugar sólo unos pocos minutos es muy fácil equivocarse, por exceso o por defecto, no tienes margen de error y la presión se impone al talento.

Por otra parte, Zidane ha demostrado sus preferencias por los veteranos, administrando a los jóvenes con cuentagotas, priorizando muchas veces el escalafón antes que los méritos. El panorama no es demasiado halagüeño para Vinicius y tendrá que dar un altísimo rendimiento para superar el trance. Si juega poco, sólo será un chaval más de 19 años, no lo que se esperaba de él cuando se le fichó.