Más vale un Pogba en mano...
Pogba no vino hace tres años por sus altísimas pretensiones económicas, el francés se ha dado cuenta de su error y está ahora dispuesto a todo para jugar en el Bernabéu.
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Hace unos días leí en Twitter (sí, se pueden encontrar a veces ideas sensatas en esta red social) una frase del matemático y filósofo galés Bertrand Russel que me dejó asombrado por su pertinencia y su modernidad. Escribió: "El problema de la humanidad es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas". Tiene razón el compatriota de Gareth Bale y hoy me siento un poco tonto porque no tengo ninguna duda sobre cuál debería ser el próximo fichaje del Real Madrid. Entre un Neymar que desea con toda su alma volver al Barça y un Pogba que sueña cada noche con vestir la camiseta blanca, la cosa me parece muy evidente.
Ser el segundo plato, la solución de repliegue porque el club catalán no tiene la pasta para pagar el traspaso, tiene algo despectivo para el Madrid y, si bien es cierto que Pogba no vino hace tres años por sus altísimas pretensiones económicas, el francés se ha dado cuenta de su error y está ahora dispuesto a todo para jugar en el Santiago Bernabéu. Queda un pelín menos de una semana para, por lo menos, intentar traerle a Zidane la pieza fundamental de su nuevo proyecto.
