La de este lunes fue una etapa diferente a las de esta edición de la Vuelta. Son etapas menos entretenidas para el espectador, pero necesarias en la carrera. Todas no pueden ser como la que ganó Nairo. Ningún esprinter acudiría a la prueba y los hombres de la general echarían en falta días para descansar las piernas. Está claro que en jornadas como la de Alicante no se va a ganar la general, pero sí puede que se pierda, así que los favoritos deben extremar las precauciones con las caídas y o el viento, que puede provocar abanicos en cualquier momento.

El ciclismo tiene rachas, y parece que ahora son los irlandeses los hombres del momento. Victoria de Sam Bennett y Nicolas Roche mantiene el liderato. Este martes, de nuevo, será una jornada llana, donde el peligro estará en el viento y en las condiciones meteorológicas, que apuntan a ser malas. Ningún corredor quiere ir sobre asfalto mojado, que te obliga a ir en tensión continuamente. De estos tres primeros días, la nota negativa es para el Ineos. Me parece inadmisible que un equipo con su presupuesto venga a la Vuelta a pasearse. Sus motivos tendrán, por supuesto, pero no comprendo esta manera de afrontar una carrera de este nivel.