RAÚL ROMOJARO
Alonso trabaja con red
Durante los próximos meses recabará más información al respecto y sólo entonces decidirá si el reto es asumible. Siempre será con incertidumbres, por supuesto.
Todos los indicios apuntan a que Fernando Alonso competirá en el próximo Dakar con Toyota, aunque nadie entre los implicados llegue a oficializar el proyecto. Diría que no lo hacen porque las garantías absolutas de que así sea no existen en estos momentos, creo que el asturiano quiere tener mucho más claras son opciones en este nuevo desafío antes de lanzarse definitivamente a él. Puede permitirse el lujo, siendo quien es, de trabajar con red y durante los próximos meses recabará más información al respecto y sólo entonces decidirá si el reto es asumible. Siempre será con incertidumbres, por supuesto, sobre todo en una especialidad tan compleja y desconocida para él. Pero cuantas menos haya, mejor para apuntalar las ambiciones del asturiano.
No significa esto que sólo vaya a estar en Arabia Saudí convencido de que puede ganar, pero sí que se impondrá un umbral de competitividad acorde con la categoría de su figura. Alonso se convertirá en el centro de atención indiscutible del Dakar 2020, asumiendo una presión a la que está absolutamente habituado aunque en un entorno bien diferente al de sus grandes éxitos deportivos. Debe tomarle la medida al Toyota, al pilotaje en ese terreno tan cambiante, a gestionar un ritmo muy alejado de los límites, a confiar en un copiloto, a la dureza de la carrera… Nada que no pueda conseguir pero que tampoco es una cuestión baladí. Por eso pienso que se ha concedido estos meses de margen, una simple precaución que tampoco está de más en sus circunstancias.