Pogba-Van de Beek, la bicicleta o el sofá
Mientras Pogba hace por hartar al United, Florentino le pone ojitos a Van de Beek, una de las jóvenes figuras que lució ese Ajax del curso pasado que se va dispersando. Un buen futbolista, aunque radicalmente distinto a Pogba. Dudar entre uno y otro es como dudar entre una bicicleta o un sofá, nada que ver lo uno con lo otro. Pogba es una especie de fortaleza volante, como aquellos B-17 americanos que asolaron Dresde. Va y viene, mete la pierna, quita y marca goles, por llegada y contundencia. Quizá no te haga cruzar tu ciudad para verle jugar, pero esperas que esté entre los tuyos para ganar partidos.
Van de Beek es muy otra cosa. Es, otra vez, un media punta, o algo parecido. De medias puntas o algo parecido se llenan los equipos en los que manda un presidente diletante. A Sacchi, Berlusconi siempre quería ficharle medias puntas, cuando él tenía ya a Donadoni, al que difícilmente se podía mejorar. Pero es que el media punta salta a la vista al que conoce poco fútbol por su juego vistoso y despreocupado. El Madrid tiene larga nómina: Hazard, Isco, James, Brahim, Rodrygo, Kubo y el ahora lesionado Asensio, más Odegaard en el microondas. Y ahora mira a Van de Beek, como alternativa a Pogba, cosa que desde luego no es.
A su vez, Pogba ha parachutado tras las líneas enemigas a un hermano, fichado por el Manchego, y aspira a colocar a otro en el entorno de Madrid. Así de esperanzado está en desembarcar él por fin en la playa madridista. ¿Y Zidane? Zidane llegó con vara alta, se suponía, pero ahí sigue Bale (“Si se va hoy mejor que mañana”) y Pogba sin venir. Zidane le hizo un favor extremo a Florentino salvándole la cabeza en días críticos, pero aquel momento pasó. Si le trae a Pogba y le deja hacer la plantilla a su gusto sabremos que se lo ha sabido reconocer, pero me caben muchas dudas. Van de Beek es más barato y suena bien, aunque sea un cromo tan repetido.