Los mejores y el mejor equipo

En estos días se está hablando de que el Barça hará unos fichajes extraordinarios para su línea de ataque, ya compuesta por jugadores de alto nivel. Creo que sus responsables desconocen que la formación de un gran equipo no sólo depende de la calidad de sus futbolistas, más importante es que su juego se complemente entre ellos. Veamos algunos ejemplos

1. El Madrid campeón de Europa, de los 50-60 tiene a Di Stéfano como líder. En 1959 el club ficha a Didí, quien cumple la misma función en Brasil. Sin embargo, no encajan, hasta el punto de que Didí acaba suplente. Al poco tiempo opta por volverse a Brasil, despidiéndose de sus compañeros en el vestuario menos de Di Stéfano, de quien pasa de largo y, al salir, le espeta desde el dintel de la puerta: "A ti te veré en Chile". Don Alfredo replica: "Che, no irás, ¡estás acabado!".

2. Mundial de Chile-62. España convocó jugadores de una calidad excepcional: el propio Di Stéfano, Puskas, Kubala, Santamaría... Luego se hallaban jugadores nacionales de la talla de Luis Suárez, Gento o Del Sol, para mí los tres mejores españoles de la pos-guerra…pero nuevamente estas joyas no logran complementarse entre ellas.

3. Lo contrario. El problema no reside en juntar cracks que no se complementan, sino en separar a dos jugadores por considerarlos incompatibles, cuando en realidad se entienden a la perfección. Un ejemplo lo tenemos en el tándem Xavi-Iniesta. Sin embargo, durante años, los técnicos del club consideraban que no podían jugar juntos. Otro ejemplo de tándem cuyas piezas fueron separadas por decisiones equivocadas, fue la delantera formada por Cruyff y Sotil. Con el fichaje de Neeskens, Sotil pasó a ser suplente.