Nuevos tiempos en F1, aunque...

No era fácil llegar cada día desde Graz a Spielberg, la localidad alpina en la que está el circuito Red Bull Ring. 80 kilómetros y muchos atascos en el regreso de la Fórmula 1 a Austria aquel ya lejano 2014 en el que Felipe Massa logró la pole para Williams y Nico Rosberg otra victoria en aquella lucha con Lewis Hamilton en la que solo dos años después haría sonar la flauta. Ese año Fernando Alonso era el único piloto español y logró una meritorio quinto con su penúltimo Ferrari. Ninguno de los tres están ya en las pistas de los circuitos de Fórmula 1. No son los únicos. Estos días, el brillante enviado especial a los grandes premios, Jesús Balseiro, me hablaba de lo espectacular del trazado y sus alrededores con la pasión que dan los inicios y el talento. Todo y todos tienen su época.

Aún sigue siendo la de Hamilton, que va camino de su sexto título mundial, un poco menos la de Vettel, que quizá camina hacia el ocaso pero desde el mullido sofá de sus cuatro títulos mundiales, y está apareciendo la de una rivalidad terriblemente hermosa: Verstappen-Leclerc. El de Red Bull ganó otra vez en el circuito de su empresa después de dos terceros, cinco cuartos y un quinto este año y con diferencias en las dos últimas carreras de 57 y 34 segundos respectivamente. Y lo hizo como suele, agresivo y talentoso ante el siempre elegante Leclerc, y al límite del reglamento. Por detrás, muy bien Norris, sexto, y tremendo Sainz en su remontada del 19º al 8º. Vienen nuevos tiempos en la Fórmula 1, aunque...