Márquez da otro pasito
El Mundial de MotoGP se encuentra en una fase de consolidación en el devenir de la temporada. Quiero decir que, llegados a este punto, las posiciones de los pilotos están ya bastante definidas y el planteamiento de las carreras se adapta a este panorama. Hay un claro favorito al título, que vuelve a ser Márquez, y los demás, lo asuman en menor o mayor medida, se tienen que conformar con estar a la expectativa de la evolución del ilerdense. Un escenario en el que el líder del campeonato ha aprendido a moverse con maestría, dentro de ese proceso de maduración que viene completando desde hace varios años. Marc ya no es el de vencer o morir de sus inicios, ahora es capaz de buscar compromisos ventajosos para sus aspiraciones y gestionarlos con acierto.
Es lo que ha ocurrido en el GP de Holanda, en ese legendario trazado de Assen que no es precisamente el más propicio para las cualidades de la Honda del catalán. Una carrera comprometida para Márquez, en la que podía perder más que ganar y que, sin embargo, ha resuelto con el acierto propio de quien, en mi opinión, es a día de hoy el piloto más solvente, completo e inteligente del mundo. Viñales necesitaba un triunfo con urgencia y tenía una oportunidad excepcional para conseguirlo, como así ha hecho. Sin embargo, a día de hoy, es evidente que no se trata de un candidato serio a tomar el relevo de Marc como campeón, así que el titular no ha dudado en jugar sus cartas para acabar otro domingo como un líder más sólido que el anterior. ¿Qué más se le puede pedir?