Asensio y Rodrigo se lo han perdido
El objetivo básico de la Sub-21 al ir a Italia era quedar entre los cuatro semifinalistas, porque eso daba paso a los JJ OO de Tokio. Se consiguió con mérito, tras empezar con una derrota ante Italia que dejó el sabor de una seria injusticia. Lo que le dejaron pegar a Italia ese día no es propio de este tiempo civilizado. Pero el grupo de De la Fuente supo reponerse de esa derrota y fue campeón de grupo mientras Italia, justicia poética, acababa por quedar fuera por una carambola de resultados. Y anoche, una vez llegados hasta ahí, La Rojita dio un curso de fútbol y venció a Francia por 4-1. Y otra vez remando río arriba.
Porque España empezó perdiendo por un penalti así, así, muy poco después de que el árbitro hubiera ignorado una mano en el área francesa con la que Balló-Touré arrebató el control del balón a Dani Olmo. Pero desde ese gol en contra, España hizo valer su calma, su buen sentido del juego y la calidad de sus jugadores, muchos de ellos excelentes. Llama la atención el triángulo de origen bético, Junior, Fabián y Ceballos. Dentro de un grupo de buenos jugadores son de lo más destacable y obliga a pensar lo duro que es el modelo actual de fútbol-mercado para clubes que hacen las cosas bien, pero pierden a sus valores.
La final será el domingo, frente a Alemania, que ayer batió a una Rumanía que empezó bien y que con un Hagi (hijo del grande) y un Puscas (nada que ver con aquél) en sus filas nos inspiró simpatía. Pero Alemania, desde la pértiga de un penalti que seguramente al revés no se hubiera pitado (en esto aun con el VAR no cambiamos) acabó por pasar su rodillo. De momento, La Rojita lleva sobresaliente, el domingo aspira a matrícula. Rodrigo y Asensio no quisieron apuntarse y pienso que ellos se lo han perdido. Los que están allí disfrutan el fútbol y se están acreditando ante toda Europa. Felizmente no han echado en falta a los dos escaqueados.