El Atlético está jugando con fuego con su política de fichajes
Los rojiblancos con la llegada de Joao Félix siguen siendo un trampolín para que pueda dar el salto a la Premier. Lucas y Rodri ya han cumplido con esta filosofía.
No me gusta nada la política que ha adaptado el Atlético para los cinco fichajes que le ha pedido Simeone para la próxima temporada. Buscar promesas que puedan utilizar a los rojiblancos como trampolín y luego cuando ya estén curtidos puedan dar el salto a la Premier. Son los condicionantes en los que se basa el acuerdo para Joao Félix antes de acabar en el City. Lo mismo que ha pasado con Rodri, aunque me sigue sorprendiendo que aparezca el nombre de Guardiola que en Inglaterra ha dejado claro que su intención es que estar un año más como técnico y luego tomarse un año sabático y en especial si no consigue la Champions que es su asignatura pendiente. La entidad que de la mano de Simeone ha conseguido situarse la cuarta en el ranking de la UEFA y que tiene un presupuesto superior a los 400 millones de euros tiene que dar una sensación de mayor seriedad, ya que al final va a provocar el enfado –con toda la razón- de su masa social. No se van a poder hacer ilusiones de reducir distancias con Madrid y Barcelona y está claro que la política adoptada con Griezmann y su sueldo astronómico ha provocado que en el vestuario todos pidan el mismo tratamiento. Se están sentando las bases para volver a los peores tiempo de la historia de los rojiblancos y que cada competición se convierta en una caja de Pandora. En la actualidad en lugar de Andrea Berta, como director deportivo, sigue siendo Jorge Mendes el que está haciendo toda la planificación y espero que los resultados sean positivos, aunque tampoco me olvido que al final Courtois, Filipe Luis y el Kun Agüero fueron traspasados al Chelsea. Y, además el precio de la operación, 120 millones de euros totales, aunque luego entre la ingeniería financia en juego, el más caro de la historia del club, superando los 70 del año pasado de Lemar, y cuyo rendimiento ha sido más que cuestionable.
Pero, si ya todas estas operaciones me llenan de dudas, con el Benfica ya se han manejado cerca de 239 millones de euros, me parece peor las negociaciones por Marcos Llorente. No cuestiono el nivel del futbolista y que pueda ser una petición expresa del técnico, pero negociar con Florentino Pérez abre las puertas para que un futuro inmediato el dirigente blanco llame a la puerta de Oblak que siempre ha estado muy bien valorado en sus preferencias para la portería. Antes, con el pacto de no agresión, fueron imposible traspaso como los de Agüero a los blancos o Morata –antes de irse a Italia e Inglaterra- pasase por el Calderón. Ahora ese pacto de no agresión queda en el olvido y no se puede descartar nada. Tampoco termino de entender el trabajo del director deportivo Andrea Berta. Muchos viajes, infinidad de jugadores en su agenda, pero la realidad es que luego sus opiniones son poco valoradas. Es el verano más complicado del presente siglo en las oficinas del Metropolitano y luego no me olvido que tampoco ha llegado el dinero de Rodri y Griezmann que permita mover los cerca de 200 millones de euros que se pretenden manejar. El único soplo de aire fresco es llenar el domingo Majadahonda para apoyar a los juveniles en la vuelta de las semifinales de Copa contra el Levante. Ya hubo victoria en Valencia y salvo un cataclismo parece que la final va a ser una realidad. La cantera puede ser la única que permita a los colchoneros cierta alegría en el futuro más inmediato.