¿Qué sería de Isco con la confianza de Hazard?
Recuperando la sonrisa. El Real Madrid ha tenido que tocar su suelo en la temporada post Cristiano para evidenciar la necesidad de una regeneración. A los grandes clubes les cuesta horrores vender, pero las compras se hacen necesarias al principio del mercado para revitalizar la ilusión perdida. Hazard, además del evidente salto de calidad futbolístico, ha traído esa dosis de optimismo necesario para creer que se apuesta por un cambio real. Meter 50.000 aficionados en una presentación hablan de la presencia de un crack mundial y de las ganas por volver a disfrutar con el equipo. El belga ya movió lo indecible para venir el verano pasado. Quién sabe lo que hubiese sido el Madrid de Lopetegui con 300 millones invertidos a mediados de junio.
El exagerado overbooking. En el club blanco se ha empezado la planificación por el tejado a conciencia. Con la ilusión recobrada y la utopía Mbappé en el horizonte, ahora toca ponerse a vender. Con el fichaje de Mendy y 37 futbolistas en plantilla, el Madrid necesita ir haciendo caja cuanto antes. A los jugadores en cuestión, salvo el caso de Llorente, les pesa dejar el club: sus importantes sueldos, los nunca descartables cambios de técnico en mitad de la travesía y la certeza de que el final de mercado les pone en posición de ventaja hacen que sus posturas sean inflexibles de momento.
Isco, como debilidad. Se dice que sobre gustos no hay nada escrito, pero Isco siempre me ha llenado el ojo más que Hazard. Decir esto tras la aciaga temporada del malagueño en el Madrid y el gran rendimiento del belga en la Premier puede sonar a afrenta, pero sólo tiene que ver con maneras de paladear el juego. El gran problema de Isco es que no ha sabido ganarse la confianza para que el proyecto gire a su alrededor. Necesita un entrenador que se lo crea, un ecosistema favorable, un lugar donde se sienta imprescindible incluso en los días de sombras. Volver a disfrutar como en el Málaga. Vamos, lo que va a tener Hazard. Puede que se quede en el Madrid, incluso sabiendo que ahora tiene al belga y a Vinicius por delante. Sería un desperdicio para el fútbol que Isco no volviese a sentirse importante en el Madrid o en otro equipo.