Sanción justa a Vettel
Otro varapalo para Ferrari en Canadá, Vettel pierde una victoria que parecía tener amarrada a causa de una sanción. Los comisarios deportivos decidieron que la maniobra del alemán al regresar a la pista tras pisar la hierba fue peligrosa para su rival directo, Hamiltton, y yo no puedo estar más de acuerdo con este criterio. Por supuesto que la primera parte del incidente se corresponde con un lance de carrera y el coche rojo vuelve al asfalto como puede, no como quiere. Para mí, lo cuestionable llega justo a continuación, cuando Vettel alarga la trazada para estrangular el paso del Mercedes, en una maniobra que podía haber evitado y que considero premeditada: no estaba dispuesto a ceder un triunfo que lleva persiguiendo toda la temporada y llevó al límite su trayectoria.
A partir de esa penalización de cinco segundos reapareció, porque ya la conocíamos, la peor cara de un piloto maleducado y poco deportivo. Lo primero que debió hacer Vettel, todavía dentro del monoplaza, debió ser dejarse de tantas pamplinas por la radio, remangarse y buscar una oportunidad, por mínima que fuera, de aumentar su distancia con Hamilton para intentar ganar. No lo hizo y completó su numerito ya al cruzar la meta con ese primero que era un segundo. Espantada antes del podio, invadir el espacio del equipo Mercedes como si fuera el pasillo de su casa, mover el cartel de posición de los coches... En fin, una pataleta impropia de un profesional de su categoría y experiencia, independientemente de que tenga o no razón... que para mí, insisto, tampoco la tiene.