La Roja es un arma cargada de futuro

En estos días inciertos para la Selección, provocados por tres desencantos seguidos en el Mundial 2014, la Eurocopa 2016 y el Mundial 2018, cada vez que llega un parón de selecciones no hay tiempo casi ni para ilusionarnos con La Roja. Y estas fechas FIFA llegan con los internacionales morenitos de playa porque la LaLiga acabó hace un rato y les ha dado tiempo a vacacionar unos días. En estos días inciertos en general, la Selección comandada por Sergio Ramos, que mantiene su mando en plaza intacto como antes del Mundial de Rusia con Lopetegui al frente, juega esta tarde-noche ante Islas Feroe. Siempre hay que ser respetuosos con todos los rivales y hacer caso al tópico de que no hay rival pequeño y que el fútbol se ha igualado mucho, pero todo lo que no sea ganar hoy será una crisis gorda para La Roja.

Hemos dicho por activa y por pasiva al analizar los últimos tres tropezones que, en estos días inciertos, España ya no cuenta con los superclase Villa, Torres, Puyol, Casillas, Cesc, Silva, Xavi o Iniesta, ni con la sabiduría de Luis ni la templanza de Del Bosque. Empezó bien Luis Enrique, pero no cumplió el objetivo de estar en la final a cuatro de la Liga de Naciones que se está jugando en Portugal. Tenemos futbolistas que ilusionan y nos dan licencia para soñar con reverdecer laureles. La Roja, como la poesía para Gabriel Celaya, es un arma cargada de futuro. "Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan decir que somos quien somos, nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno, estamos tocando el fondo, estamos tocando el fondo", escribía Celaya. En estos días inciertos, y de aquí en adelante, solo cabe ir mejorando.