TOMÁS RONCERO

Reyes, siempre en nuestra memoria

Era un talento puro, un chaval que siempre llevaba dibujada una sonrisa y que entendía el fútbol como la vida. Leyenda del Sevilla y héroe del Madrid en esa Liga del Clavo Ardiendo.

Tomás Roncero
Nació en Villarrubia de los Ojos en 1965. Subdirector de AS, colaborador del Carrusel y El Larguero y tertuliano de El Chiringuito. Cubrió los Juegos de Barcelona 92 y Atlanta 96, y los Mundiales de Italia 90, EE UU 94 y Francia 98. Autor de cuatro libros: Quinta del Buitre, El Gran Partido, Hala Madrid y Eso no estaba en mi libro del Real Madrid.
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Todas las noticias que conllevan la muerte resultan dolorosas, pero cuando encima ocurren en un chaval que está en el esplendor de su vida (35 años) la rabia y la frustración se multiplican por diez. José Antonio Reyes era un talento puro, un chaval que siempre llevaba dibujada una sonrisa en la cara y que entendía el fútbol como la vida. Se divertía con la pelota y esa manera de jugar se trasladaba a la grada. Un futbolista talentoso y diferente, de los que con un par de genialidades te justificaba el pago de una entrada. En el Sevilla deslumbró y en el Arsenal empezó a cambiar la mentalidad inglesa explicándoles que el fútbol es algo más que pelotazos y balones largos. Como madridista, a Reyes debo darle las gracias para siempre por la que sigo considerando la Liga más emocionante que hayamos ganado en toda nuestra historia.

Fue en la temporada 2006-07. En una remontada increíble protagonizada en los últimos meses, el Madrid de Capello aterrizó en la última jornada en el Bernabéu con la obligación de ganar al Mallorca para conquistar un título que parecía imposible. Al descanso, el Madrid perdía 0-1 y encima estaban lesionados Van Nistelrooy y Beckham. Pero en ese instante de zozobra y decepción porque parecía que el Madrid iba a morir en la orilla, irrumpió el utrerano para sacar lo mejor de su repertorio y liderar el impresionante triunfo con una actuación colosal en la segunda parte. Metió dos golazos, a los que se añadió otro de Diarra y el Bernabéu explotó de alegría abrazándose a Reyes como héroe de esa Liga del Clavo Ardiendo. Nos hemos quedado todos estupefactos con la trágica noticia. Un servidor nunca está preparado para encajar noticias así. José Antonio, al menos quedará para siempre tu legado y tu fútbol de fantasía. Descanse en paz.

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