Honestidad brutal de Juanfran
Juanfran se despidió ayer del Atlético con la sinceridad y honestidad brutal con la que ha llevado la rojiblanca. Esa entrega y esa verdad le metieron por pleno derecho en el olimpo colchonero. El "Juanfran, al palo" con el que se mofan los madridistas de su lanzamiento de penalti en la final de Milán queda superado con rotundidad por su reconocimiento: "Vino un vikingo; se va un indio". Hay que ser muy honrado para reconocer que uno se ha cambiado de equipo. Y Juanfran lo hace con orgullo.
Conocí a Juanfran cuando debutó en el primer equipo del Real Madrid. Yo cubría al Madrid galáctico para 'Marca' y el alicantino era un pedazo de extremo que rompió la puerta de la antigua Ciudad Deportiva para debutar en el Bernabéu. Le seguí de cerca en Osasuna y me alegró bastante su fichaje por el Atleti. Manzano le puso de lateral derecho y con el Cholo (fea su ausencia ayer en la despedida) se convirtió en leyenda. Fue el orgullo colchonero en la Euro 2012, un titán en LaLiga de 2014 y vital para llegar a las finales de Lisboa y de Milán. A la vez que Juanfran, miles de niños de se han hecho del Atleti y ahora en la Comunidad de Madrid hay casi tantos seguidores del Atleti como del Madrid, según me contó el que más manda en LaLiga hace unos meses. Juanfran ha aprendido en el Atleti que no se puede ganar siempre. Y gracias a él, el Atleti ha jugado para ganar y para ser campeón cuando se ha presentado la ocasión. ¡Gracias Juanfran!