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Zidane deja claras sus preferencias y decepciones

Zidane salió más satisfecho esta vez. Olvidó su enfado de Vallecas con una alineación que expresó las decisiones que tomará en las próximas semanas. De los fichajes se sabe bastante: Eriksen, Pogba, Hazard, Jovic y un lateral izquierdo para ocupar el puesto de Reguilón, del que Zidane ha prescindido de manera radical. Marcelo, cuestionado por Solari y en menor medida por Lopetegui, ha regresado a su condición de indiscutible con Zidane. Es un mensaje meridiano del técnico.

Las bajas dependerán del esfuerzo económico del club en un mercado carísimo, al borde de la burbuja, y de las necesidades del entrenador, que no oculta sus preferencias y sus decepciones. Cuesta ver a Keylor Navas fuera del Real Madrid, cuando su posición de transferible parecía indiscutible a mediados de temporada. Es un favorito del técnico, con razón. Keylor ha funcionado más que bien desde que llegó al club. Lo mismo sucede con Marcelo.

Isco tampoco invitaba a las dudas. Zidane le instaló como titular después de su desaparición en el periodo Solari. Sin embargo, algo ha cambiado en el ambiente. La respuesta del centrocampista no ha sido tan relevante como podía esperarse. No ha salido de la atonía y cada vez es menos frecuente su presencia en los titulares. Con independencia de su rendimiento, Isco ha sido hasta hace poco uno de los jugadores con mejor cotización en el mercado. Probablemente ha descendido su crédito, pero es el tipo de jugador que despierta el interés en grandes clubes y grandes ligas.

No jugó Isco contra el Villarreal. Tampoco Bale, fuera de la convocatoria. Todo un mensaje del entrenador, cada vez más confiado en las posibilidades de Valverde. El uruguayo comienza a confirmar las expectativas que despertó entre los ojeadores del Madrid cuando era un crío. Han pasado los años y Valverde ya no es el jugador indefinido que no conectaba con la hinchada. Poco a poco se quita la tendencia a la irrelevancia en los buenos jugadores que no se atreven a ir más allá de lo correcto. Jugador de largo recorrido, con buena técnica, generoso en el esfuerzo, uruguayo sin florituras, Valverde obtuvo buenas oportunidades con Solari y ahora crece con Zidane. No sobra en el Real Madrid.

El técnico se mueve entre dos generaciones de jóvenes. La primera jugó casi al completo contra el Rayo Vallecano. Aunque no les nombró, Zidane no ocultó su disgusto con algunos de ellos. Prescindió de Marcos Llorente la temporada anterior y su situación no ha mejorado. Algo parecido ocurre con Ceballos. Ni Mayoral, cedido al Levante, ni Theo, que ya ha terminado su corto recorrido con la Real Sociedad, invitan a pensar en su futuro como madridistas. A pesar de sus dos goles al Villarreal, Mariano no entusiasma a casi nadie. Cuenta, sin embargo, con el respaldo de sus goles en el Olympique de Lyon, reclamo más que suficiente en el mercado europeo.

Si los jóvenes que llegaron en el verano de 2017 no terminan de agradar a Zidane, los novísimos no le disgustan. Vinicius es un fijo en la plantilla de la próxima temporada, y quizá en la alineación titular, y Brahim seguirá en el club, no se sabe si en la plantilla o como cedido. Regateador atrevido, Brahim ha sido bien recibido por los aficionados. En el Bernabéu siempre han gustado los agitadores. Ahora le toca dar un nuevo salto. De atrevido a competente para un club como el Real Madrid, donde el grado de exigencia es brutal.