El Pucela necesita ganar y que Mateu sea justo

Las cuentas son bien sencillas. Tratar de ganar cada partido y esperar el fallo rival. Al no haber todavía horario unificado, los de Sergio saltarán al campo sabiendo ya lo que han hecho sus rivales más directos. Celta, Girona y Levante, los tres con 37 puntos. Basta con adelantar a uno de ellos para afrontar las últimas dos jornadas en puesto de permanencia. Ese debe ser el objetivo prioritario para este fin de semana, dar buena cuenta del Athletic y confiar en que, por fin, algún resultado se ponga de parte del Real Valladolid. Y hay algo que a todos nos debe tranquilizar y es ver el estado de ánimo de los futbolistas y de los aficionados. Es difícil recordar un enamoramiento como el que se ha producido entre esta plantilla y estos seguidores. Zorrilla debe ser un fortín, frase típica y tópico recurrente pero que es verdad. El público no juega, pero ayuda, motiva al futbolista y en ese aspecto, el de la motivación, nadie puede llegar a esta recta final como llega el Valladolid.

El equipo estará motivado y enrabietado. Lo primero por lo que hay en juego, por la necesidad de ganar, por el impulso que llegará desde la grada. Lo segundo por lo que pasó en Madrid y en tantas ocasiones en relación a los árbitros. A Mateu Lahoz solo le pediría una cosa, que aplique justicia, que trate de no hacer más daño desde el estamento arbitral a un club que lucha honradamente por seguir en Primera y que ha sufrido un castigo excesivo y muchas injusticias. Si el Valladolid tiene que bajar que sea por sus deméritos y no por los de los pupilos de Velasco Carballo.