Lo que debía ser un acto privado del Madrid, presentar la reforma del Bernabéu en sociedad, se convirtió en un acto público al que no quisieron faltar los políticos de turno. Carmena a la cabeza, y los otros aspirantes a ocupar su sillón en las municipales, Martínez-Almeida (PP), Pepu Hernández (PSOE) o Begoña Villacís (Ciudadanos)… Todos quisieron salir en la foto. La más interesada, suponemos, Carmena. El Ayuntamiento había cuidado, antes de aprobar el Plan Especial, que el Madrid no ganara edificabilidad, lo que hará muy difícil que la mega reforma tenga un retorno económico.

Ya no hay más obstáculos para la obra. Pedir el crédito de 575M€ es el último paso. El Madrid irá pagando los intereses durante más de 30 años, lo que elevará el coste total de la obra a cerca de 900 millones. Sólo resta saber si la entidad seguirá teniendo músculo económico para hacer grandes fichajes, algo imprescindible en esta época de transición. Seguro que Florentino tiene un plan. Un nuevo contrato con Adidas, un nuevo apellido para el estadio o, por qué no, una subida más de la cuota de abonos (que ya se han incrementado un 10%)… El Madrid entra en este nuevo proyecto deportivo con la incertidumbre de qué sucederá a partir de ahora, pero con el deseo de Florentino cumplido. Ningún político quiso perdérselo. Es el poder de atracción del Madrid. Seguro que también tienen sitio en el nuevo palco.