Márquez dinamita MotoGP

La paliza que Márquez les ha metido a sus rivales de MotoGP en Argentina es de las que escuecen y dan que pensar. Su superioridad durante el fin de semana resultaba evidente, llevándola a su máxima expresión en la carrera con un ritmo al que nadie pudo ni siquiera acercarse. Llegó a tener 13 segundos de ventaja respecto al segundo clasificado, un mundo cuando se habla de la élite de este deporte y desde la salida quedó claro que sólo un error propio podía apartarle del objetivo de la victoria. Todo viene a refrendar una realidad: su estado de gracia en la categoría reina del Mundial le coloca a un nivel intratable y salvo sorpresa mayúscula va a ser difícil que alguien le aparte de otro título. Quizá sólo el riesgo de lesión, siempre presente en este deporte, sea la única incertidumbre que merodee.

Por supuesto que esta hegemonía no será siempre tan aplastante, por fortuna para el espectáculo y los aficionados que lo disfrutamos. Lo que señala su exhibición de Termas es que cuando las condiciones le son propicias marcha un paso por delante, circunstancia que se debe valorar en su justa medida porque se produce en el territorio que habitan los mejores pilotos del planeta. Un ejemplo esclarecedor es Jorge Lorenzo, cuyo talento nadie puede cuestionar y que avala su palmarés. Sin embargo, en pleno proceso de adaptación a su nueva Honda no es que se encuentre por detrás de su ahora compañero, lo que sería razonable, está a años luz del líder del campeonato. Y no es, en ningún caso, demérito del mallorquín, simplemente que su referencia es hoy un piloto que está marcando toda una época.