El de esta mañana ha sido el último episodio de un divorcio traumático entre Isco y Solari, pero el gran damnificado está siendo el Real Madrid. Si con tantas bajas no ha viajado a Pucela es que algo muy gordo ha debido pasar entre ellos.

Por eso, creo que la afición merece luz y taquígrafos en un asunto que ya ha pasado de castaño a oscuro. No basta con que digan que se ha abierto un expediente disciplinario. Es necesario saber qué demonios ha pasado entre ellos. Cuando un jugador tiene tanto talento como Isco, renunciar a él tiene un coste deportivo que ya hemos comprobado en la durísima semana en la que se han tirado por tierra las tres competiciones en juego.

Por eso el aficionado blanco exige saber qué ha ocurrido y que se cuente con detalle. El patrimonio deportivo del Madrid está en juego y ante eso hay que dejarse de paños calientes. Desconozco quién de los dos tiene más razón moral en su pugna porque no están siendo transparentes. Que digan de una vez qué pasa entre ellos, porque a estas alturas corre peligro hasta la cuarta plaza. ¡Qué imagen más mala estamos dando!