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La peor obra de Florentino acaba en demolición

Un visionario. Dicen que los genios son aquellos que ven la jugada antes de que ocurra: Zidane vislumbró lo que iba a pasar antes que nadie. Cristiano se iba a ir, Bale se iba a quedar, el Madrid no iba a fichar a Hazard ni a un goleador. La patética planificación deportiva empezó en el despido de Lopetegui y ha quedado patente en diez días infames, donde el Madrid se ha caído de las tres competiciones, las dos de siempre, pasándole el Barcelona por encima, y de su Copa de Europa, donde el Ajax le convirtió en un pelele futbolístico tanto en Ámsterdam como en Madrid. El visionario Florentino cayó en la autocomplacencia, creyó que con el baby system le iba a llegar, hasta que Neymar o Mbappé se pusiesen a tiro.

Solari murió con sus ideas. Hace apenas tres días que el Bernabéu había aclamado el nombre de Isco Alarcón frente al Barcelona. La pitada a Bale y el explícito apoyo al malagueño eran un claro mensaje al entrenador y a su caprichosa gestión de uno de los grandes talentos del equipo blanco. Por lo visto, le entró por un oído y le salió por el otro. Lejos de entender la opción Isco como una posibilidad de revitalizar a la grada en caso de que las cosas se pusiesen feas, Solari se lo cargó de la convocatoria. Con poco fútbol, se olvida de Isco, y con poco gol, ni convoca a Mariano. El mundo al revés. Por cierto, ya nadie habla de Pintus, ese genio que hacía volar al Madrid.

Tadic y el meneo del Ajax. Habrá que ponderar el meritazo del joven equipo holandés, su propuesta, su descaro y la impresionante actuación individual de Tadic, con su ruleta, su visión periférica y su golazo. El Madrid ya no es el de los 1.000 días de gloria. La imagen no puede ser la del llanto de Vinicius, un niño al que su presidente ha puesto en la espalda una historia de más de 100 años. Sin gol es imposible ganar partidos. Seguramente, un equipo tan legendario merecía caer de otra manera, pero la realidad es tozuda. El Real Madrid fue un equipo sin alma en la Champions. Duele hasta escribirlo. No merecía esta generación los olés del Bernabéu al Ajax.

La demolición empieza hoy. Ahora empezará a planear el nombre de Mourinho o el de Pochettino, como si diese igual ocho que ochenta, y aparecerán listas negras, con nombres de jugadores que han dado auténtica gloria a este escudo, de la peor manera posible. Muriendo con sus ideas, Solari ha devaluado de un plumazo a Isco, a Asensio, a Bale, a Marcelo, a Ceballos y a Mariano. Ramos, en su palco, grabando un documental es otra metáfora. Los que saben de verdad dicen que no se trata de cambiar cromos sino de construir de nuevo un espíritu.