Pequeña guía culé para afrontar, según edad, dos Clásicos en cuatro días

Nota previa. Todo lo que van a leer se redactó horas antes de que los equipos llegaran al estadio. Por tanto, cualquier parecido con la realidad puede confirmar que el fútbol ya está escrito o el que suscribe lleva mucho tiempo haciendo esto (eufemismo de viejo para este oficio).

Eres joven y gana el Barça. Lo normal, piensan. No les sorprende. Y añaden: "Que se preparen para el de LaLiga", porque "ganar en Madrid es lo que pasa cada vez que se visita el jardín de Messi, anteriormente llamado Bernabéu". Para esta generación de indocumentados crecidos en la abundancia, el campo complicado de verdad es el del Getafe (y el del Roma).

Eres veterano y gana el Barça. Desconfiados por naturaleza, los 'levantarrecopas' siguen dando por hecho que no se le puede ganar dos veces seguidas al Madrid. Que el monstruo siempre vuelve. En su miseria moral empiezan a tener miedo de que en la final les derrote el Betis o el Valencia. "Mira que eliminar al Madrid para caer en la final..." Piensan mientras dan por hecho que el Madrid ganará el sábado y, por supuesto, Liga y Champions.

Eres joven y pierde el Barça. Una noticia comparable a la que te dieron un 6 de enero cuando tus padres te consideraban ya maduro (inocentes progenitores). Desde su inconsciencia juvenil, está convencido de que en el próximo partido se compensará la cosa y que ganará el Barça de calle porque perder en el Bernabéu es un accidente. Eso sí, si les preguntas a qué hora y dónde se juega el próximo Clásico (sí, sí, el del sábado) no lo tienen muy claro. Confían más en Google Calendar que en el Dinámico.

Eres veterano y pierde el Barça. Lo peor de lo peor. No podía pasar nada más malo. "Estaban muertos en LaLiga y el VAR les resucitó y el sábado nos meten cinco, esta derrota marcará el futuro. Y De Jong es un fraude que no hará nada en la Champions", piensa el culé de toda la vida que se pone siempre en lo peor. Y encima, "aguantar a Roncero", piensa el que no le aguanta cada día (les aseguro que no es tan fiero como lo pintan. Es más, es un tipo estupendo. Con sus cosillas para tratarse, eso sí. Pero le aguanto más yo que ustedes y aquí sigo tan feliz).

En resumen. La culpa va a ser del árbitro, del poco descanso, del VAR, de que la Copa sirve sólo en ocasiones, de la prensa, de Bale o de Coutinho. Mañana, más.