Ojo con la semana sin jugar, que el culé aburrido mata moscas con el rabo

Receso espiritual. Valverde celebró como agua de mayo el advenimiento de esta semana. Un oasis sin partido entre medio que proporciona un respiro tras mes y medio de tralla continua sumando LaLiga y Copa que han provocado que, entre lesiones y descansos, al Barça se le vea el cartón. Parece que tras el empate en Bilbao dos días y medio de descanso y la tranquilidad de no jugar entre semana debería vivirse un periodo tranquilo. Pero cuidado. Porque cuando el diablo está aburrido, mata moscas con el rabo. Y el entorno del Barça es tan diabólico que ante la falta de partidos le puede dar por pensar de puro tedio y ojo a las conclusiones que puede extraer.

Los fichajes de invierno. Aburrido, el socio repasa la plantilla del Barça –y lo que es peor, repasa la clasificación y ve al Madrid ya segundoy se da cuenta de que Piqué lo está jugando todo y que en los dos últimos partidos a Suárez no le llega el motor. Y entonces, el culé aburrido piensa y saca la conclusión de que igual habría que fichar para poder dar descanso a estos dos enormes jugadores. Acto seguido se da cuenta de que se ha fichado en este sentido. En Navidad llegaron Boateng y Murillo. Y ante la molicie de no ver partidos, el socio aburrido a la par que reflexivo llega a la conclusión de que estos dos fichajes hasta el momento no han servido para nada. Y eso, da que pensar...mal, por supuesto. Queda la última bala para verles, que aparezcan el sábado ante el Valladolid.

Ojo a la caja. A falta de noticias sobre el verde, la mirada del socio aburrido se dirige a los despachos, a ver qué se cuece por ahí. Y gracias a la información de El País se entera el socio de que se ha firmado una emisión de deuda de 140 millones con dos aseguradoras americanas de nombre extraño (Pricoa Capital Group y Barings). El Barça, que no había comunicado tal operación, la reconoce una vez sale en los papeles y la vende como un éxito. Que es mucho mejor pedirle dinero a estos señores que a los bancos. Y resulta que entonces, el socio se pregunta por qué si la operación era tan buena no montaron una rueda de prensa para dar constancia de su éxito.

El contragolpe. Y desde el Barça, donde hay gente muy lista, montan una contra campaña retirando las medallas a Franco, presentando el nuevo estadio Johan Cruyff y preparando el Observatorio, encuesta donde sacan buena nota. Pero rezando para que vuelva el fútbol de una vez.