Ante la Juventus volvió el Cholismo. Simeone apostó por sus principios que permitieron al Atlético cambiar su historia desde que llegó al cargo. Contundencia defensiva con un Oblak que sigue demostrando partido a partido que es el mejor del mundo en la portería, pelea en el centro del campo para que nadie les pille a la contra y sacar el máximo rendimiento en el área rival. Incluso en la cita ante los compañeros de Cristiano enseñaron su poderío en el juego aéreo que parecía un tanto perdido en las últimas temporadas. El Cholo sigue obsesionado con una deuda pendiente que tiene con la entidad y la plantilla. Así se lo ha indicado varias veces a jugadores que tenían ofertas deslumbrantes de media Europa: “Estáis subidos en un tren que nos tiene que llevar a ganar la Champions”.

Por eso, antes de su renovación, ha querido tener bien atada la continuidad de Oblak y no pierde la esperanza con un Lucas que se antoja bastante difícil que vaya a seguir vestido de rojiblanco. Sabe que con las salidas de Godín y Filipe va a tener que cambiar su composición y ya tiene a la dirección deportiva buscando recambios de garantías. Además, ha conseguido que le traigan a un goleador de los importantes, Morata, para formar trío con Costa y Griezmann y ser depredadores del área cuando les llegue la ocasión. La reválida que esperan sacar con matrícula estará en el partido de vuelta en Turín. Pese a la victoria cómoda que llevan, saben que Cristiano y la grada van a presionar mucho. Llegar a cuartos sería tener más cerca la final de la Champions en el Metropolitano para cumplir su sueño.