Atentos a las excursiones de Piqué

Pocos han querido escuchar a Piqué. Pocos que no sean del Barça, claro. El discurso del central es impagable y cada día que pasa, mejor, más conciso y preciso. Tiene las cosas claras y la habilidad para saber decirlas como tocan, con y sin pimienta. Al central se le acusa de muchas cosas sin que bastante gente sepa cuál es su posicionamiento. Tuvo que aguantar sonoras broncas por los campos de España o bien cuando defendía los colores del equipo nacional, algo que él siempre hizo “con orgullo” y sobre todo, “con honestidad”. Eso, el que le pitaran por pitar, por ser la diana de un problema político-social, acabó por aburrirle de participar más con la Selección, por mucho que luego le hayan llamado Luis Enrique o que algunos de sus compañeros le pidiesen que se lo repensase bien repensado.

Gerard Piqué llega al Bernabéu pletórico. Lo ha jugado todo en LaLiga y se siente listo, salvo contratiempo, para jugar todos los minutos que queden de aquí a final de temporada. Ha colaborado de manera directa en la integración de Clement Lenglet al Barça y que el francés sea considerado como válido para el futuro. Y ahora, además, será la mejor red que tendrá Samuel Umtiti en su regreso tras negarse a pasar por el quirófano y querer recuperar el cartílago de la rodilla izquierda con un tratamiento conservador. El defensa catalán lo intentará esta noche. Buscará a la que pueda la portería de Keylor Navas con una de esas excursiones tan peculiares suyas. Tiene ganas. Ansía una bronca sonora del Bernabéu. Esos pitos, esos insultos para él son “música celestial”. Todos atentos.