Jorge Molina: el maestro por partida doble que iguala un récord de Puskas
Goles y dos carreras. Jorge Molina (Alcoi, 22-4-1982) es uno de los jugadores más veteranos de LaLiga, en concreto el octavo, por detrás de Aduriz, Joaquín o Borja Fernández, y también es el máximo goleador nacional con 10 tantos (categoría que comparte con Borja Iglesias, De Tomás, Mata, Aspas y Roger). Su capacidad goleadora brilla si se asocia a su DNI, 36 años y 10 meses, pero ha sido la tónica general de toda su carrera. Fueron sus registros goleadores los que le llevaron a Segunda después de haberse batido el cobre en Segunda B y Tercera en equipos como Alcoyano, Gandía y Benidorm. Y mientras marcaba goles estudiaba Magisterio en Valencia, estudios que luego ha completado con la licenciatura en Educación Física, el curso de entrenador y el de director deportivo. Su debut en la categoría de plata fue en el Poli Ejido y su explosión fue con el Elche en la temporada 2009-10 en la que terminó pichichi con 26 goles y en la que coincidió con Pepe Bordalás, su actual entrenador en el Getafe.
Con 30 y a Primera. Con estos argumentos el Betis llamó a su puerta, aunque fuera también para jugar en Segunda. Con el equipo sevillano consiguió su primer ascenso a Primera y se plantó en la élite a punto de cumplir los 30 años. En el Betis jugó seis temporadas, puso su nombre al gol 2.000 del equipo en Primera y debutó en Europa, competición a la que el Betis llegó precisamente por un gol suyo al Levante. En el Villamarín creó durante seis años una sociedad con Rubén Castro, también su compañero de habitación, igual de fructífera que la que ahora mantiene con Mata en el Getafe. De Sevilla se fue con el público en pie coreando su nombre y sus compañeros manteándole en el césped. De regalo se llevó una figurita con el número 19, que se olvidó en el coche y con el calor quedó deformada.
Capitán. De Molina se puede decir que es un capitán a la antigua usanza, sin extridencias, valora el respeto a los galones, la picardía que da el fútbol de la calle, prefiere una buena charla a las nuevas tecnologías y aconseja estudiar a todos los chavales que suben al primer equipo. Conoce como nadie su cuerpo, presume de no haber tenido una lesión muscular en su vida. Por algo acaba de superar otro récord: es el primer jugador que marca 10 goles con 36 años en Primera en los últimos 50 años. El último había sido Puskas, en la temporada 63-64, que finalizó con 21 goles. Sus números no engañan: 28 partidos esta temporada, 12 goles, 308 pases buenos, ninguna tarjeta y 36 balones recuperados. No es descabellado que en el Coliseum griten: "Molina Selección".