Después del Barça, el Madrid y el Atlético, llega el Chelsea. La FIFA le castiga por lo mismo, por 'descuido' de las condiciones para inscribir menores de fuera. Cada caso tiene sus detalles y sus matices, pero en esencia viene a ser lo mismo: la FIFA estableció ya hace tiempo unas cautelas para frenar la llegada desordenada de niños-futbolistas al mundo rico, procedentes del mundo pobre, la mayoría de África, muchos de Sudamérica. El sueño de esos niños y sus padres aprovecha a mucho traficante. Los traen a puñados y por cada uno que cuaja cientos fracasan y acaban desarraigados, buscándose la vida de cualquier manera.

Muchos sostienen que qué más puede querer un niño de esos que tener al menos unos años de alimentación y enseñanzas en una de las grandes academias europeas, donde aprenderán, además de fútbol, una lengua distinta de la suya y una perspectiva nueva. Es razonable defender eso. Pero no todo son las academias de los grandes clubes-Champions. Y es difícil a la hora de legislar establecer excepciones. Así que ahora le ha tocado al Chelsea, lo que quizá nos quite el complejo que hasta ahora teníamos por haber sido los únicos perseguidos. Nos tienen envidia por nuestros triunfos, se decía. Pero ahora el que ha caído es el Chelsea.

Pasada esa purga, por otra parte, a nuestros clubes la vida les ha seguido yendo bien. Pero ha habido perjudicados. Arda Turan y Aleix Vidal, buenos fichajes en apariencia, se estrellaron tras pasar seis meses parados hasta poder ser inscritos. Lo mismo le pasó a Vitolo, cuya peripecia con el Atlético fue parecida, si bien éste le cedió a Las Palmas. Ahora, quien puede sufrir consecuencia indirecta es el Madrid, que se supone que anda tras Hazard. Si se confirmara la sanción y el Chelsea no pudiera fichar, tampoco se animaría así como así a soltar a su jugador emblema. El Chelsea anuncia que recurrirá, y el Madrid estará atento a ese recurso.