Lo dijeron todos nada más acabar el derbi. Primero Simeone y luego Saúl. Y quien esto firma también lo escribió: el Atlético no perdió el derbi por el árbitro ni por el VAR. Pero como suele ser habitual cuando hay un partido ante el Real Madrid, casi todas las decisiones polémicas cayeron del lado madridista. Ver quejarse al Atlético de la labor arbitral en un derbi no sabe de épocas: todos los futbolistas, desde Adelardo a Futre, recuerdan episodios en los que el Atlético fue perjudicado. Ahora Nacho Tellado, analista de AS, demuestra que no hubo fuera de juego en el gol anulado a Morata. Una acción que se resuelve por poco, por centímetros. Una acción que Estrada Fernández y Martínez Munuera, árbitro de VAR, vieron como fuera de juego. El tanto de Morata hubiese supuesto el 2-2.
Lo de Martínez Munuera con el Atlético es de traca. Su historial con el equipo rojblanco es increíble. En la jornada inaugural de la pasada temporada expulsó a Griezmann en Girona porque no señaló un penalti al delantero francés y éste le llamó cagón y fue expulsado. Griezmann se disculpó y Martínez Munuera no lo reflejó en el acta. Griezmann fue suspendido con dos partidos. Y en Copa del Rey, ante el Sevilla, también expulsó al Cholo, en un partido con varias decisiones polémicas, y le cayeron tres partidos. Martínez Munuera fue el árbitro del encuentro liguero disputado en el Santiago Bernabéu, el de las manos de Casemiro que ni siquiera tuvo que consultar. Manos que vio todo el estadio. Pero él no vio nada. En esa misma jornada liguera, en el Eibar-Sevilla y el Villarreal-Valladolid, se señalaron dos penaltis por manos parecidas a las de Casemiro.
En el derbi del Wanda Metropolitano Martínez Munuera volvió a cruzarse en el camino del Atlético. Esta vez como árbitro de VAR. Lo que pasó ya lo sabemos. Nacho Tellado corrige ahora a los colegiados. Supongo que Cerezo hablará donde tenga que hablar porque lo de Martínez Munuera con el Atlético ya parece una tomadura de pelo. Lo de los derbis es ya algo habitual. Por tres centímetros o por una mano que no lleva a ningún lado el Madrid siempre se salva.
