Castigado al córner
Mis amigos del Carrusel Deportivo dedicaron un ratillo el domingo pasado durante el partido Madrid-Alavés a las expresiones “córner”, “saque de esquina” y “cornijal”, y tuvieron la amabilidad de mencionar un artículo que publiqué aquí el 15 de abril de 2018. Me pareció un momento muy divertido, como todo lo que hace esa alegre muchachada imprescindible. Tanto los admiro, que hasta les permito en cada partido que me cuenten lo que ya estoy viendo. Su interpretación del juego me entra por los oídos y se me aparece de pronto en la vista, en un proceso neurológico digno de tesis doctoral.
Pues bien, los compañeros del Carrusel tiraron de memoria en esa tarde y adjudicaron a aquel texto mío algunas afirmaciones de las que discrepo, por decirlo sin señalar.
Es un destino insoslayable que a quienes hacemos comentarios lingüísticos se nos adjudique el papel de censores que prohíben o limitan el uso del idioma. Qué le vamos a hacer. Así que les digo a ustedes de entrada, y para tranquilidad general de oyentes y lectores, que sí se pueden decir “córner” y “saque de esquina”.
Eso no quita que el anglicismo “córner” todavía muestre signos de no haberse adaptado bien al castellano, porque vacilamos entre los plurales “córners” y “córneres”. Ahora bien, “córner” figura en el Diccionario desde 1983, una vez que se consagró en el léxico deportivo. (Y solamente ahí, porque nadie dice “la calle de Félix Boix hace córner con la del Doctor Fleming”, ni “te voy a castigar en un córner si no te comes la merienda”). Pero nada que oponer.
¿Y cuál es el problema con “saque de esquina”? Ninguno tampoco, salvo una cuestión de matiz. “Corner” se puede traducir como “esquina” o “rincón”. Y como el balón se pone siempre dentro del terreno en ese lanzamiento, en realidad se trata de un saque de rincón (la parte interior de un ángulo), no de esquina (la exterior). Lo cual podría servir a los narradores para decir alguna vez “ha lanzado desde el rincón”, por ejemplo.
Hasta ahí la sugerencia.
Y finalmente, “cornijal”. Esta palabra se recogía ya en el primer diccionario académico (1729). Aparece en textos de Azorín (1929) o de Álvaro Colomer (2009), entre otros, y designa también la esquina de un terreno. Como la prensa no la aportó en su momento, se estableció el anglicismo “corner”. Sin embargo, puede utilizarla quien así lo desee como recurso estilístico con pleno respaldo académico. A mí, por ejemplo, me gusta mucho el olor a hierba mojada que tiene “cornijal”.
¡Y esto es todo lo que deseaba aclarar!
(Abrazos mil, queridos amigos Dani Garrido, José Antonio Ponseti, Antonio Romero, Jorge Escorial y demás voces del Carrusel. Ya veis que vuestra locura es la mía).