Vinicius y Karim, pareja de moda
Ambos se están beneficiando de esta sociedad pero creo que el que más puede ganar es Vinicius. Benzema es el espejo en el que cualquier delantero moderno debe mirarse.
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El jueves por la noche, después del buen partido del Madrid frente al Girona, le pregunté a Santiago Solari cómo se podía explicar la maravillosa relación que existe sobre el césped entre Karim Benzema y Vinicius Junior. El entrenador argentino fue muy honesto y muy sincero. No intentó buscar lejanas y complicadas razones ni se atribuyó cualquier tipo de mérito en lo que ya se puede definir como la mejor noticia desde el principio de esta temporada. Solari habló simplemente de algo tan bonito como inexplicable, de una cosa inmaterial que se llama la "química". Esta misma química que, en la vida, crea amistades y amores y, en el fútbol, permite goles y asistencias. Y ahí está la magia de la química porque, sobre el papel, era bastante difícil imaginar que dos jugadores tan diferentes se iban a llevar tan bien y de forma tan evidente.
Benzema tiene 31 años y Vinicius sólo 18. El francés es seguramente el delantero centro menos egoísta del mundo y el brasileño, por sus cualidades, su necesidad de tener que demostrar que vale para el primer equipo y su cultura futbolística estaba llamado a tener esta tendencia de muchos de querer resolver todo en solitario. Pero surgió naturalmente una conexión que ya está dando muchas alegrías y que, por supuesto, también se trabaja cada día en Valdebebas. Ambos se están beneficiando de esta sociedad pero creo que el que más puede ganar es Vinicius. Lógicamente porque tiene todavía mucho que aprender y porque Benzema es el espejo en el que cualquier delantero moderno debe mirarse.
