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Este Madrid disfruta y hace disfrutar

Este Madrid disfruta y hace disfrutar. Si dos puntos definen una línea, después de estos dos últimos partidos en el Bernabéu cabe describir su trayectoria como claramente al alza. Solari ya ha conseguido levantar los ánimos, ha manejado bien entradas y salidas y las dudas se esfuman. Está lejos en LaLiga, cierto, le sigue faltando un gran goleador, cierto, pero este equipo está para cualquier cosa. Tiene buenos jugadores. Uno de ellos, Benzema, que cada partido juega un poco mejor que el anterior, cosa que ya va pareciendo imposible, y ayer además marcó un gol, el cuarto, el que elevó el resultado a una distancia confortable para los suyos.

Al contrario de lo que hizo Valverde en Sevilla, Solari salio con casi todo lo mejor disponible. Descansaron Carvajal y Varane, que tienen suplentes bien definidos y en forma, y sobre la marcha entrarían Llorente y Kroos, que regresaban de lesión. Hasta hubo un rato para Isco. Mientras se calentaba el partido, el Madrid sufrió un contratiempo, el 0-1, del que habrá que culpar a Marcelo, que reapareció con un serio descuido de los que le han condenado. Esto le puede costar un nuevo arresto. Pero luego, Odriozola por la derecha y Vinicius (asentadísimo) por la izquierda llevaron una y otra vez peligro al área del Girona.

Así que no fue raro que se llegara al descanso ya 2-1, el segundo en un ‘panenkazo’ de Sergio Ramos. Tras el descanso, Eusebio cerró mejor las bandas y encima el recién ingresado Llorente regaló un penalti en una melonada inexplicable. El 2-2 ponía a prueba el ánimo del Madrid, que había merecido mucho y tenía poco. Y ahí llegó lo mejor, en un do de pecho que trajo dos goles más. Juego ambicioso, desde el empuje que nacía en Sergio Ramos (que hizo otro gol) y la clase luminosa de Benzema, cuyo partidazo fue premiado con el cuarto gol. La parroquia se marchó feliz. Solari ya tiene el equipo que buscaba.