Roger o cómo superar dos roturas de cruzado y seguir siendo 'el pistolero'
Explosión. Roger (3 enero 1991, Valencia) fue el primer goleador de la temporada 2018-19 y 19 jornadas después ya lleva nueve goles (los mismos que Maxi Gómez, Ben Yedder, Griezmann y Borja Iglesias). Números que le afianzan en un puesto para el que Paco López tiene cuatro perfiles más para elegir (Morales, Dwamena, Boateng y Mayoral). Pero tras haber superado dos roturas del cruzado (la primera en la rodilla derecha en septiembre de 2014 cuando jugaba cedido en el Valladolid y la segunda en la rodilla izquierda en julio de 2017 recién ascendido a Primera con el Levante) la competencia con los compañeros es para él un estímulo más.
El camino. Roger empezó a jugar en las categorías de formación del Valencia y en julio de 2011 el Levante le fichó para reforzar su filial en Tercera. Cinco meses después debutó con el primer equipo en un partido de Copa y en enero de 2012 se estrenó en Primera División. Después comenzó un periplo de cesiones, primero Zaragoza, luego Valladolid, vuelta a casa y otra vez al Valladolid. No fue hasta la temporada 16-17 cuando se quedó definitivamente en el equipo de Orriols. Colaboró en el ascenso y cuando tenía ante sí la oportunidad de consolidarse en Primera y hasta se desestimó una oferta del Galatasaray, volvió a lesionarse.
Resiliente y em presario. Esta temporada ha vuelto a la casilla de salida. Lo suyo es la resiliencia, la capacidad para superar situaciones adversas e incluso salir reforzado de ellas. Cuando se rompió por primera vez el cruzado y ante la incertidumbre del que no sabe cómo va quedar montó un gimnasio en Torrent, Impulse Sport, junto a dos socios. Un negocio que le permitió abstraerse de su lesión, a la vez que se fijaba en cómo Diego Costa había superado la suya cuando jugaba en el Rayo. El gimnasio también es fruto de su obsesión por la preparación física. Es uno de los jugadores que tiene un preparador personal, con permiso del club, con el que hace un trabajo complementario y que además le permite ser siempre uno de los mejores en las pruebas físicas. La alimentación sana es su otra obstinación.
'El pistolero'. A Roger le llaman el pistolero, apodo que puede relacionarse con su condición de killer en el área, pero su celebración tiene más que ver con un guiño a su infancia, donde además del balón, las pistolas eran su otra pasión. El club le considera un activo importante y el pasado verano le renovó hasta 2023, su objetivo es ser el máximo goleador en la historia granota (lleva 39 goles en 114 partidos).