LaLiga estrena segunda vuelta asimétrica
Hoy arranca la segunda vuelta de LaLiga con un Getafe-Alavés, que no suena a partido trascendente, pero en cierto modo lo es, pase lo que pase en él. Es la primera vez desde que nació el campeonato de Liga (la primera edición fue en 1929) en que la segunda vuelta no replica especularmente los partidos de la primera. El Getafe y el Alavés ya jugaron en Vitoria, pero no en la primera jornada, sino en la sexta, que es a la que corresponde especularmente toda la que se juega este fin de semana. ¿Y la que estrenó la primera vuelta? Esa será la decimoquinta de la segunda vuelta. Un descuadre que al aficionado clásico le habrá de chocar.
¿Por qué se hace eso? En síntesis, para evitar que en las fechas más agudas de la primavera, cuando nuestros mejores clubes tengan (o se aspira a que tengan y así suele ser) partidos duros en Europa, se desgasten con choques fuertes entre sí. De modo que se sorteó la primera vuelta, (ya condicionando que el Clásico no fuera ni demasiado pronto ni demasiado tarde, como se hace de unos años acá), pero luego no se aplicó esa planilla a la segunda vuelta. Se estudiaron las coincidencias ‘inapropiadas’ de los partidos europeos de cuartos para adelante de nuestros mejores clubes con partidos severos de LaLiga, a fin de separar unos de otros.
La idea se gestó desde la sonada ‘Tormenta de Clásicos’, aquellas fechas dramáticas en las que el Madrid de Mourinho y el Barça de Guardiola se enfrentaron en cinco partidos en muy pocos días, con el consiguiente desgaste. Lo que se pretende es huir de cosas así. Tantos años viendo LaLiga dibujada con simetría entre la primera y la segunda vuelta se me hace extraño, pero no dejo de verlo razonable, y hasta aplaudo la cautela de que al menos la últimas cuatro jornadas sí sean iguales, para evitar maledicencias. Pero siempre se escapa algo, y en este caso es un Sevilla-Betis para el Domingo de Ramos. Otro año habrá que afinar más.