El pulso olímpico por el futuro
De los cinco deportes que se han incorporado al calendario de Tokio 2020, dos están vinculados estrechamente a la cultura del organizador: el kárate y el béisbol. Los otros tres han entrado por su proyección, por su relación con la juventud, las tendencias modernas, las nuevas tecnologías... Son el surf, la escalada y el skateboard (a partir de cierta edad lo identificarán más como monopatín). Precisamente por eso, estos tres tienen más papeletas para sobrevivir en el programa olímpico en París 2024 y Los Ángeles 2028, porque son una inversión de futuro. El COI está vigilante ante el crecimiento de estas disciplinas, que también llevan consigo una forma diferente de consumo del deporte. La World Surf League es una de las competiciones internacionales más seguidas por internet, en lugar de la televisión tradicional.
En los encuentros de As con los presidentes deportivos, este lunes fue el turno de Carlos García y la joven Federación de Surf, que cumple su 20º aniversario en 2019. Tiene 45.000 licencias, que en su estimación sólo suponen el 6% de los practicantes en España. Son surferos que, en muchos casos, comparten el mismo perfil que los snowboarders y los skaters, la forma de vestir, los gustos musicales... La tabla es su nexo. Dentro de esos deportes emergentes se encuentra también el paddle surf, al que se vislumbra igualmente un futuro olímpico. Su acogida federativa ha creado incluso un conflicto entre Surf y Piragüismo,que lo quieren en sus dominios. El pulso ha llegado hasta el TAS, que resolverá en breve. Otra prueba de la toma de posiciones que está adoptando el Deporte, con mayúsculas, para dar su salto al porvenir.