399 hachacitos rosa de Messi

El Getafe tenía que haber ganado. Para equilibrar LaLiga y porque tuvo ocasiones para superar al Barcelona. El Barça exhibió al peor Ter Stegen, a una defensa que multiplicó sus agujeros y dejó al Getafe ser el rey del juego. Fue uno de los peores partidos del año azulgrana. El equipo apareció vestido de rosa, en la semana en que en Brasil se impone una ley tonta, que el rosa sea el color de las chicas y el azul el de los muchachos. El rosa da para mucho, incluso para esa tontería.

Cabrera Infante escribe en Tres tristes tigres, una parodia de José Martí, padre de la patria cubana. Se trataba de contar según su estilo el asesinato de Trotsky. Tituló Cabrera su parodia Los hachacitos rosa. En el partido del Coliseum el único al que el rosa funcionó fue a Messi, que hubiera llegado en Getafe a los cuatrocientos goles en la Liga. Y se quedó en los 399 hachacitos rosa, a punto de un récord que ese Getafe lleno de coraje impidió anoche. Messi, jugador grande en un Barça vulgar.