Rakitic, Vitolo y Sarabia
Son tantos los meses que se lleva hablando de la renovación de Sarabia y de lo cercana de su firma, que en la afición sevillista no hay ni un militante que no asuma que el madrileño se irá el próximo verano por poco más de los pírricos 18 millones que marcan su cláusula. Y es que en el Sevilla se sabe mucho de este tipo de renovaciones que nunca se cierran. Rakitic tenía un acuerdo verbal con el presidente Castro pero retrasó su firma por si un grande llegaba. Y llegó el Barça. Vitolo había dado el sí a su continuidad con mensajes de móvil, pero una llamada del Cholo provocó un terremoto que acabó con dimisiones en el Consejo de Administración del club, denuncias en los juzgados y un nuevo foco para las iras de la afición.
La temporada de Sarabia es tan espectacular como la de un Sevilla al que nadie esperaba en las alturas, pero ahí está. A eso se agarra Machín, que confesaba en una entrevista en As que la situación es tan ilusionante que no cree que nadie vaya a abandonar el barco en enero. En junio la historia será otra y está por ver si a Sarabia le recibirá en un futuro Nervión con aplausos como a Rakitic o con bronca como a Vitolo. Porque seguir celebrando sus goles y asistencias, más allá de este curso, parece imposible.