Nadal vuelve a ser tenista

El regreso de Rafa Nadal a la competición en Abu Dabi, con la mirilla ya apuntando al vecino año y al Abierto de Australia, es una buena excusa para asomarse al retrovisor de la temporada de tenis 2018. El propio Nadal volvió a ser protagonista, aunque menos de lo que le hubiera gustado, porque las lesiones frenaron su andadura hasta el punto de que sólo disputó nueve torneos, con dos retiradas en los Grand Slams. Aun así sumó cinco títulos, entre ellos sus undécimas coronas en Roland Garros, Montecarlo y Barcelona. Su tierra. El porcentaje da muestras de su efectividad y de cuál podría haber sido su proyección sin mermas. Rafa ha podido hacer una mejor pretemporada y confía en tener mayor presencia en las pistas en 2019. Ya lo dijo en su entrevista en #Vamos: “Si juego menos, ya no sería tenista”.

Esa campaña 2018 arrancó con la continuación de su eterno duelo ante Roger Federer, con quien se alternó en el número uno, pero el suizo, campeón en Australia, se fue diluyendo hasta dejarnos un interrogante: ¿Llevará razón Toni Nadal cuando vaticina que Federer no volverá a conquistar un Grand Slam? El testigo de ambos lo recogió el renacido Novak Djokovic, ganador en Wimbledon y el US Open y otra vez número uno. El retorno de Nole fue el notición de la temporada. El Big Three volvió a copar los grandes, porque, no nos engañemos, nunca hubo un Big Four: Andy Murray es un tenista enorme, pero la historia no le recordará a ese nivel. Para cerrar el curso, Sascha Zverev se impuso en el Masters y abrió otra pregunta: ¿El futuro ya está aquí o sólo asoma un poco? En 2019 obtendremos muchas respuestas.