Rafa Nadal ya tiene claro cómo organizará su calendario para la nueva temporada tenística. En 2019, el manacorí quiere aligerar un poco su carga competitiva, pero aún así estará en todos los principales eventos del año.  Nadal arrancará con dos exhibiciones, en Abu Dhabi (Mubadala World Tennis Championship del 27 al 29 de diciembre), dónde no pudo jugar por lesión el año pasado, y Sidney (el Fast 4 Tennis el 7 de enero).

Ya en competición oficial, planea acudir a los nueve Masters 1.000 (por orden cronológico, Indian Wells, Miami, Montecarlo, Madrid, Roma, Canadá, Cincinnati, Shanghái y París) y los cuatro Grand Slams (Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open), así como a otros torneos ATP a los que tenía planeado acudir el año pasado y no pudo por lesión: el de Brisbane (31 de diciembre-6 de enero) y el de Acapulco (25 de febrero-2 de marzo). También, cómo no, irá al Godó (20-28 de abril) y, si se clasifica, al Masters en noviembre. A diferencia de otros años, no se comprometerá a disputar ningún torneo en hierba previo a Wimbleodn. 

En cuanto a competiciones por equipos, participará en la Laver Cup auspiciada por su amigo Roger Federer (20-22 de septiembre en Ginebra) y en la nueva Davis de Piqué (la fase final será del 18 al 24 de noviembre en Madrid). 

En la CNN: "Estoy deseando empezar"

Por otro lado,  Nadal concedió este sábado una entrevista a la CNN en la que repasa varios aspectos de su momento actual. El primer tema que toca el manacorí es el de las inundaciones que devastaron Mallorca el pasado octubre. "Fue terrible, un día muy duro", asegura el manacorí, que confiesa como intentó entrenar al día siguiente, "pero no podía", y decidió con su círculo más cercano que "había que ir a ayudar" a Sant Llorenç, el pueblo cercano a Manacor que se llevó la peor parte de las riadas. 

A continuación aborda el tema de su estado físico actual. Nadal no juega un partido oficial desde el 8 de septiembre y en la recta final del año tuvo que someterse a una cirugía en su tobillo derecho de la que confiesa que "ha avanzado mucho en la recuperación". Por eso, dice, la semana pasada empezó a entrenar "con más intensidad de la planeada en un principio". Nadal asegura que está deseando empezar la nueva temporada, que considera "un reto por tener que volver a empezar recuperándome de una lesión" y cree que su pretemporada es "mejor que la del año pasado". Y da la clave de su ambición: "Tienes que entrar en la pista cada día con la motivación para avanzar y la pasión por mejorar en algo". 

Ambición que le ha llevado a conquistar, a sus 32 años, un Grand Slam (Roland Garros), tres Masters 1.000 (Roma, Montecarlo y Toronto) y un ATP 500 (el Godó) para terminar el año como número dos del mundo. "Obviamente, un buen año", dice Nadal. Y con los problemas físicos acechándole, "no un milagro, pero si una temporada increíble en cuanto a calidad de tenis".