La costumbre de salir tarde tiene que costar caro a los entrenadores
Tenemos un pequeño problema enquistado en el fútbol, complicado pero de fácil solución. ¿Puede ser que de toda la jornada, a lo sumo siendo generoso, empiecen tres partidos a la hora programada por la LaLiga? Todos los fines de semana el director de Carrusel, Dani Garrido, ya tiene por norma recordarme que no empieza un partido a la hora, a lo cual no me queda otra que asentir. Este problema viene desde muy lejos, pero hoy en día por las aficionados, por la televisión y por publicidad, que juegan e invierten muchísimo dinero, tendríamos que ser más drásticos con el comienzo de los partidos.
Antes solo se podía hacer constar en el acta el motivo por el cual un equipo sale tarde al terreno de juego. Pero se corrigió y se dio al árbitro facultades para expulsar al entrenador si un equipo retrasaba su salida. Nos preguntaremos por qué al entrenador. Pues la respuesta es muy clara: él es el responsable de todo el equipo. Este fin de semana leo con sorpresa que se hace constar en el acta que el Barcelona salió con dos minutos y 20 segundos de retraso, y que en el Valencia-Rayo ambos equipos saltaron al césped un minuto y 30 segundos tarde. Por ese motivo pagarán una multa insignificante de 600 euros.
¿Por qué digo que me sorprende? Porque los árbitros somos reacios a tomar medidas drásticas en este tema, cuando tenemos la potestad de poder y deber expulsar al entrenador del equipo que sale tarde. Si el Comité Técnico de Árbitros apoyara firmemente y ordenara tolerancia cero a sus árbitros después de expulsar a tres entrenadores os digo que no empieza un partido tarde de aquí a final de temporada.
Por cierto, resulta curioso que en las dos últimas jornadas del campeonato todos los partidos están programados para empezar a la misma hora (horario unificado). Es decir, si se quiere se puede. Por el bien de los aficionados, de las televisiones, de las casas de publicidad, pongamos todos un poquito de nuestra parte para cumplir los horarios. Si somos la mejor Liga, que yo creo que sí, como solemos decir, estos pequeños detalles fáciles de subsanar los tenemos que ir puliendo.