Todo empieza esta noche
Sé que es habitual y algo lógico hacer un paralelismo entre Santiago Solari y Zinedine Zidane por la similitud de sus trayectorias como entrenadores del Madrid. Sé también que el técnico argentino es el primero en rechazar cualquier comparación, con unas palabras que delatan inteligencia y humildad. Sin embargo el calendario, con la visita al Roma de esta noche, impone que recordemos cuándo y cómo el míster francés dio un golpe en la mesa y demostró a todo el mundo que no estaba en el banquillo del club más importante de la historia del fútbol por casualidad, por capricho de la directiva o porque no había otro voluntario para el reto. Aunque la Liga tiene su valor y su importancia (y el propio Zidane siempre dice que ganarla en el 2017 fue su mayor orgullo como entrenador), la Copa de Europa es, evidentemente, el torneo predilecto del Madrid y el sitio donde se magnifica todo. Lo bueno y lo malo.
El 17 de febrero del 2016, poco más de un mes después de su nombramiento, Zizou dirigió frente al Roma en el estadio Olímpico su primer partido de Champions y allí se empezaron a ver detalles precursores de todo lo bueno que iba a producirse más adelante. En la Ciudad Eterna, se entendió el fútbol que quería imponer el francés, se dibujó una piña entre los jugadores y el técnico y se ganó con grandeza. Fue el punto de partida de algo grandioso. Así que tenemos que olvidar las cuatro victorias y la derrota de Solari al mando del equipo y decirle que hoy, de verdad, debe empezar todo para él. Tal y como le ocurrió a Zidane en su momento.