Este pasado verano dejaron la Selección Silva e Iniesta. También Piqué. Pareció que España iba a quedar más huérfana de centrocampistas creadores que de centrales de fíar. Pero no ha sido así. Después del infausto Mundial de Rusia, la consecuencia que deja la Liga de Naciones es que Luis Enrique está teniendo muchas dudas para recomponer la defensa tras la renuncia de Piqué. El seleccionador ha probado en esa posición a seis jugadores: Nacho, Albiol, Bartra, Diego Llorente, Íñigo Martínez y Mario Hermoso, el último en llegar. Sólo Sergio Ramos se mantiene firme. Mientras, la RFEF incluso sigue de cerca la nacionalización de Sidnei, el brasileño del Betis.

No ha terminado el casting. En próximas convocatorias, ya a partir de 2019, veremos a otros aspirantes a formar pareja junto a Sergio Ramos. El siguiente puede ser Javi López, el compañero de Hermoso en el Espanyol. Es difícil dar con jugadores en esa posición, porque los extranjeros no seleccionables dominan ese puesto en los grandes equipos de LaLiga. Son los casos de Varane, Umtiti, Godín, Giménez, Savic, Garay, Kjaer, Murillo, Mercado, Carriço... etc. Incomprensiblemente, hoy en día cuesta más encontrar Piqués que Silvas. Ahí está la Selección para demostrarlo. Y Perisic, Modric, Rakitic, Brozovic y Rebic para que no se nos olvide. Y en Las Palmas también Dzeko, convocado por Prosinecki.