Solari y Vinicius no tienen la culpa del estropicio de Florentino
Diferencia de clase. Todo el señorío que le faltó al Madrid para despedir a Julen Lopetegui en su lamentable comunicado le sobró al entrenador para agradecer a todos los estamentos del club y a la afición. Despedir a un entrenador por sus malos resultados es norma habitual en el mundo del fútbol, pero erosionar desde dentro su credibilidad, estirar su agonía durante tres semanas, intentar hacerle comulgar con ruedas de molino, aunque hayan costado 45 millones, señalar falsamente a su preparador físico de inmiscuirse en temas tácticos y despedirle con el mayor desprestigio posible, después del paso que dio tras el Mundial para entrenar al Madrid, no tiene adjetivos, que diría Solari, al menos para no tener que ir a un juzgado.
Malos tiempos para la lírica. Solari apeló a la testiculina para su debut en Melilla. Espero que el titular no se lo haya sugerido el mismo que redactó el comunicado la noche anterior. El hasta ahora entrenador del Castilla es un hombre cultivado y lo suficientemente inteligente para tener otro discurso y para aprender del pasado más reciente. Lo que para él es un sueño de vida, o sea entrenar al Madrid, para su presidente solo es un mal necesario, salvo que se pegue frontalmente con la Prensa o gane tres Champions seguidas con una sonrisa de genio.
El próximo técnico. El entrenador que venga es concebido como un mero filtro para cumplir un teórico modelo de éxito, al menos hasta que llegó la auténtica y única desproporción, que ha sido quitarle al Madrid los 44 goles del que se quiso marchar y no ponerle remedio en el mercado. La cabeza es la de Julen, pero, igual que es dueño de los éxitos, este fracaso mayúsculo es de Florentino. Por cierto, resulta paradójico o no que siempre haya dado sus impresiones tras conquistar las Champions y nunca lo haga cuando toca echar al entrenador que fichó de la Selección o explicar la 'manita' del Camp Nou.
La comparación de Vinicius. Sería injusto pagar con Solari y, sobre todo, con Vinicius, un chaval de 18 años, las 'cosas' de su presidente. Ya hemos visto en este último Clásico como le sienta a Bale la mochila de ser el nuevo Cristiano Ronaldo, como para ir susurrando por las esquinas que Vinicius Jr. es mucho mejor que Mbappé. Si es tan bueno, será el tiempo y su trabajo el que lo dirá, pero ponerle ese peso es una torpeza, nivel comunicado.