El Barcelona sí tiene un 'nueve'

En ausencia de Messi, emergió la figura de Luis Suárez, liderando con su actitud, con su competitividad y, sobre todo, con sus tres goles al Barcelona a otra manita histórica. En ausencia de Cristiano, el Real Madrid, por la prepotencia de su presidente, esperaba los goles de Bale, lamentable partido el suyo, los de Benzema, los de Isco, los de Asensio, los de Modric, los de todos juntos, pero ni por ésas. Es inconcebible un bloqueo tan sorprendente en jugadores de esa categoría, más allá de la marcha del futbolista portugués.

El Barça fue mucho mejor que el Madrid en el primer tiempo del Clásico, pero el conjunto blanco demostró orgullo y fútbol durante 25 minutos. La salida del peor Varane y el cambio de dibujo de Lopetegui dieron pie a soñar. Pudo darle la vuelta, pero se estampó con su patético peso en las áreas, que es donde realmente se decide el fútbol. Se llevó de Barcelona una manita tan excesiva como demoledora. Casemiro hizo después una radiografía exhaustiva de la prestación de los jugadores blancos: fue un desastre. El jaque mate a Julen ya se lo había dado Florentino Pérez hace tiempo.