Luis Enrique, a cuatro goles por partido
La Selección sigue acumulando méritos de la mano de Luis Enrique. Ahora ha sido un 1-4 en Gales, selección menor, es cierto, y menor aún sin Bale, pero ir por ahí ganando 1-4 no se lleva. En consonancia con los predecesores, Luis Enrique aprovechó el partido para ‘dar bola’ a los que otras veces ha dejado en el banquillo. No es lo que más feliz me hace, pero ya que hemos ganado 1-4 no hay queja. Y hasta se celebra el regreso de Alcácer, excelente goleador en el Valencia, malogrado en sus años en el Barça, haciendo cola tras Messi, Luis Suárez y Neymar. Ha reemprendido su carrera en Dortmund y gracias a ello volvemos a tener un goleador.
Vimos también la progresión de Rodri, o así se llamaba antes. Ahora prefiere llamarse Rodrigo, con lo que hay que conocerle como Rodrigo H, o Rodrigo Hernández, para distinguirle de Rodrigo M, o Rodrigo Moreno, el goleador valencianista, ayer reducido a nueve minutos. El caso es que el otrora Rodri (¿por qué no le gusta?) hizo un gran partido en una posición en la que hace de verdad falta un recambio para el estupendo Busquets, que lleva años plantando ahí sus reales, pero que ya va necesitando, aquí y en el Barça, con quién repartir minutos y responsabilidades. Bueno, pues parece claro que en la Selección ya lo hay.
Vimos también a Suso, de golpeo fino, a Saúl, siempre seguro, y a Ceballos, de menos a más, un jugador emergente al que Lopetegui y Luis Enrique dan alas. También volvieron Albiol, después de tanto tiempo, y Bartra, al cabo de un año. Debutó Jonny y Kepa tuvo medio partido. Todo encajó bien, dejando una sensación de armonía y un resultado final estupendo, ese 1-4 que le ayudará a La Roja a remontar posiciones en el ‘ránking FIFA’. Un estupendo entremés con vistas al España-Inglaterra en el Villamarín, este ya valedero para esta Liga de Naciones, bien concebida, en la que tan bien encaminados vamos por el momento.