Fritz, un árbitro con exceso de vista

Marco Fritz dejó el anonimato el pasado miércoles en Mestalla al convencer a su colega Felix Brych de que debía expulsar a Cristiano por su acción sobre el valencianista Murillo. Fritz nació en la localidad germana de Korb hace 40 años (3 de octubre de 1977), es licenciado en ciencias económicas y trabaja como ejecutivo en un banco. Internacional desde 2012, su mayor momento de gloria arbitral fue cuando dirigió la final de la Copa de Alemania de 2016 que el Bayern ganó al Dortmund en la tanda de penaltis después de empatar a cero tras 120 minutos intensos pero sin jugadas polémicas. Pero Fritz tiene en su currículum otra gran mancha, que no tuvo ninguna trascendencia, en su ya larga trayectoria arbitral.

El 17 de enero de 2010 en un Duisburgo-FSV Francfurt de Segunda cometió uno de los errores que siempre persiguen a los árbitros. Con 4-0 y en el minuto 81, Tiffert, jugador del Duisburgo, remató fuerte desde fuera del área, el balón se estrelló en el larguero y volvió al campo pero para sorpresa de todos concedió gol (era el 5-0). La televisión demostró después que el balón botó metro y medio dentro del campo. Entonces su exceso de vista fue objeto de chanza. Ahora la situación es más seria.