Busquets, el timón en los treinta

Digo esto para equivocarme, para tentar a la maldición del comentarista: Busquets está en declive. Quizá sea un análisis precipitado, es posible que en todo cambio de ciclo sea precisamente la manija del equipo la que más sufra. Hay que esperar a que suba el bollo, tener paciencia. Será eso. El centrocampista del Barça entró en el partido con un balón perdido en área propia y una falta, luego presionó arriba (si hoy día no presionas arriba, no es fútbol...) y creció a la par de lo que lo hacía el equipo. Acabó su 108º partido con la Selección con un 96% de acierto en el pase.

Es lógico pensar que sin Xavi o Iniesta al lado una fiesta es menos fiesta, también que a partir de los treinta (Sergio los cumplió en julio) el calendario empieza a pesar en las espinilleras. Pero las piernas de Busquets son su cabeza. Volverán a moverse como piensa, muy rápido. Y en esto no hay maldición del comentarista que valga.