La etapa ha vuelto a ser exigente. La fuga ha sido de 18 corredores y me ha tocado volver a estar. Así que seguimos en la buena línea, estando presente en las fugas y además en las que llegan a meta, peleando por esa victoria de etapa que buscamos.

Por eso pienso que estamos haciendo una bonita Vuelta. La verdad es que no he tenido las sensaciones de ayer, la paliza se notaba, y el terreno quizá no era tan adecuado para mí.

El entendimiento ha sido muy bueno. Hasta los últimos 50 kilómetros, hemos colaborado muy bien y a partir de ahí ha empezado el jaleo con los ataques. El nivel de la fuga era muy alto y sabiendo que no tenía muchas fuerzas me he centrado en la rueda de Jesús Herrada porque sabía que iba a ser líder por las diferencias y le interesaba llegar.

A falta de 20 se han escapado ocho ciclistas y ya ha sido imposible llegar hasta ellos. Estoy contento por ser de nuevo protagonista en otra etapa que se ha ido muy rápido. Esta es la línea que tenemos que seguir en los tres próximos días que son exigentes y que terminan en alto.