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El estreno de Luis Enrique sin Jordi Alba y la ‘trampa’ de la clasificación FIFA

El mejor lateral zurdo español. No hay más que repasar la última exhibición de Jordi Alba contra el Huesca para aplaudir que decidiese hablar como mejor sabe, con el balón en los pies o al espacio, tras su no convocatoria para la Selección. Luis Enrique no es de dar explicaciones, ni al futbolista ni a la afición. Si el criterio del técnico trasciende lo futbolístico sería bueno explicarlo en esta fase de supuesta transparencia federativa. El nuevo seleccionador ya demostró que es de los que no olvida, cuando cinco lustros después, se negó a darle la mano a Quique Sánchez Flores en la foto protocolaria del derbi barcelonés. Esperemos que sea más condescendiente con el mejor lateral zurdo español. Entretanto, llega la hora de Marcos Alonso, que este año sí juega con defensa de cuatro en el Chelsea de Sarri. Le dejan alto el listón.

Luis Enrique, el entrenador. Dicho esto, y excepción hecha de la sorprendente no convocatoria de Koke para un proyecto a dos años vista, no hay demasiadas dudas sobre la indudable capacidad del técnico. El asturiano tiene un plan en la cabeza, el estilo no se toca, con el 4-3-3 como sistema y con todas las posiciones dobladas. Sergi Roberto será el Luis Enrique futbolista del Siglo XXI, por su polivalencia. Nacho tendrá que hacer de Piqué. La presencia de Aspas en lugar de Costa le puede hasta venir bien, aunque la decisión del delantero titular seguirá sirviendo de debate continuo.

La clasificación FIFA. Hasta cinco veces mentó el técnico el noveno puesto de España para exhibir en qué lugar coge el timón de la nave. Está claro que las tres últimas fases finales de la Selección han sido para echarse a llorar y eso penaliza de verdad, pero convendría no olvidar que hasta que Rubiales no dio el volantazo premundialista, la España de Lopetegui no había perdido ni uno solo de sus 20 partidos, con 14 victorias, con tres goles de media por encuentro, jugando contra Inglaterra (2-2), Bélgica (0-2) o Francia (0-2). Ése, y no la clasificación FIFA, debe ser el rasero.

Más hechos que palabras. La hora de la verdad llega muy pronto, con una visita a Wembley de tronío y luego para recibir a la Croacia de ‘The Best’, o sea de Modric, en Elche. Se filtra el nuevo orden y el fin de la barra libre para los jugadores en la Federación, incluso sin móviles en las comidas. Como si España hubiese ganado el Mundial desde la mano dura y no desde la inteligencia emocional de Del Bosque. Ojalá le vaya bien a Luis Enrique y, si no, siempre quedará el comodín de Obama para consultar.