Tranquilas, chicas, estáis cumplidas

La final Sub-20 de chicas no acabó como hubiéramos deseado: Japón nos ganó 3-1, y nos ganó bien. Supongo que ahora mismo hay poco consuelo para nuestras jugadoras, cuyas ilusiones antes del partido se vieron defraudadas. Pero vuelven de un Mundial con la plata y con el tiempo verán que han cumplido largamente. Lo notarán desde que pongan pie en España. Han hecho aquello para lo que fueron: engrandecer la causa del fútbol femenino español, que ha tardado en arrancar, pero que ya alcanza una velocidad de crucero que amplían éxitos como este. Porque una medalla de plata en un Mundial es un éxito tremendo.

Juegan bien al fútbol estas chicas. Y también las japonesas. España empezó mejor que el rival, pero se fue al descanso con el castigo de un gol en contra, un tiro sorpresivo por alto al que no llegó nuestra excelente Cata Coll. Eso les hizo salir aturdidas en la segunda mitad, en la que se llegó a un 3-0 que hizo temer una debacle. Pero recogieron los papeles, hicieron el 3-1 y el larguero devolvió lo que debería haber sido un 3-2 que hubiera lanzado al partido por otro derrotero, posiblemente a una remontada sensacional. No se dio. El fútbol es un juego de instantes, y éstos decidieron a favor de Japón. Pero nuestras chicas revitalizaron una final que ya perdían 3-0.

Han sido noticia feliz en esta semana en la que nuestro fútbol ha estado envuelto en la polémica entre LaLiga y la AFE a cuenta del partido en USA y en la eterna discusión sobre si el Madrid necesita o no un gran goleador, y si lo traerá. Frente a eso, desde Bretaña nos llegaban las buenas noticias de un equipo que ha pisado fuerte en las audiencias, ganando incluso a partidos de Primera, que ha ilusionado a la población, que ha provocado incluso el viaje del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al de la Federación, Rubiales, a contemplar el partido en directo. Se han quedado en la plata, pero han dado un gran empujón a su causa.